miércoles, 8 de abril de 2015

Usos y desusos del "se"

Por petición popular, haremos un salto en el repaso rápido de sintaxis para explicar los usos de "se", esa odiosa palabra del español que hace las delicias de todos los alumnos de lengua. Esta vez, no puedo explicarlo "en tres sencillos pasos", tendrá que ser en alguno más. Se siente. Empecemos por lo simple: El “se” puede ser C.D., C.I. (que explicaremos en la siguiente entrada) o morfema (también llamada marca) de pasiva refleja y de impersonalidad. Veamos los tipos.
1)     Pronombre: va siempre seguido de la o lo, con su correspondiente plural. Normalmente, al sustituir un complemento indirecto por un pronombre, se sustituye por le, esto es, “doy un libro a Pedro”, “le doy un libro”. El problema viene cuando hemos sustituido ya el C.D.: en ese caso, en vez de le, ponemos se, “se lo doy”. Comprenderéis que “le lo doy” queda tirando a extraño. Por lo tanto, ese se es igual al le, que a su vez, es un C.I. normal y corriente. Conclusión SE + lo/la = C.I.
2)     Reflexivo o recíproco. Las oraciones reflexivas son aquellas en las que el sujeto realiza y recibe la acción del verbo (María se peina). Recíprocas son aquellas en las que hay dos o más sujetos y la acción la realizan unos a otros (Juan y Pedro se pegan). Estas oraciones son SIEMPRE transitivas, por lo que necesitan un C.D. obligatoriamente: esta es la razón por la que el se suele ser C.D. a no ser que haya ya otro C.D. claramente en la frase “María se peina el pelo” (el pelo = C.D.). En este caso, en el que otra palabra le ha “quitado” el puesto de C.D., el se es C.I. Conclusión SE = C.D. / C.I. (si hay otro C.D.)
3)     Impersonal con se. Son oraciones que, como su propio nombre indica, no tiene sujeto. Si hacemos todas las pruebas de concordancia de las que hemos hablado antes, resulta que nada coincide. Y tenemos ahí un se sospechoso. Esa frase tiene toda la pinta de ser una impersonal con se. ¿Y el se? Pues marca de impersonalidad. Así de simple. ¿Un ejemplo de frase impersonal? “Se habla de muchas cosas”.
4)     Pasiva refleja. En estas frases, sí nos encontramos con un sujeto, pero resulta que este sujeto no realiza la acción, sino que la recibe (lo que se llama un sujeto paciente). ¿Cómo las distinguimos? De nuevo, haciendo las pruebas de concordancia entre el supuesto sujeto y el verbo. Si encontramos un sujeto que recibe la acción y hay un se sospechoso, estamos ante una pasiva refleja. El se se analiza como morfema (o marca) de pasiva refleja. Un ejemplo de estas frases es “Se venden pisos” (Se vende un piso)
5)     Dativo ético. También llamado “se de porque sí”.  Son esas frases en las que tenemos un se pero podríamos no tenerlo, vamos, que no da ningún significado. Da igual que digamos “Comió tres pasteles” que “Se comió tres pasteles”, la única diferencia está en el significado: parece que disfrutó más de los pasteles si hay un se que sin él. Y es justo eso lo que significa este dativo ético: que el sujeto se beneficia de la acción. Y es por este significado por lo que algunas gramáticas analizan este se como C.I.
6)     Por último, el uso mal llamado pronominal (este es su nombre, pero no hace de pronombre, cosa que lía bastante). Por esto y por otras muchas cosas, a este último caso se le puede llamar el resto. ¿Cómo lo distinguimos? Porque no es ninguno de los casos anteriores y, muchas veces, si lo quitas, el verbo deja de tener sentido. ¿Cómo se analiza? Con el verbo. Sin más. Sin pensar. Sin complicaciones. Ahora, amamos a este se… ¿Un ejemplo? “Se desbordó el río”

Y por fin, puedo decir, FIN. Ya no hay más usos de se. ¡A disfrutar analizándolos!

Un poco de sintaxis: El Complemento Directo

El Complemento Directo, también llamado C.D., como los discos de música pero mucho más odiado... ¿Qué decir de él? Pues eso, que lo odiamos... ¡Hasta ahora! (Muy teletienda todo, lo sé) Haremos como en el caso del sujeto, vamos a aprender a distinguirlo en tres sencillos pasos:

1) Cambiar el "presunto C.D." por un "la", "lo", "las" o "los". Si se puede, estamos ante un genuino y verdadero C.D. ¿Cuál es el problema? Pues que en algunas partes de nuestra amada España, cometemos un error llamado "leísmo" que consiste en decir "le" donde debería ir un "lo". Por lo que esta prueba no siempre sirve.

2) Convertir la oración en pasiva. Si se puede hacer, lo que se ha convertido en el sujeto, es el C.D. de la oración activa, si no... Pues no iba a ser tan C.D. como aparentaba, lo siento. ¿Un ejemplo? En "María comió un bocadillo" podemos decir "el bocadillo fue comido por María", de lo que deducimos que "bocadillo" es lo que dice ser: un C.D.

3) El complemento directo NUNCA lleva preposición. Salvo si es una persona, que llevaría la preposición "a" Y NADA MÁS.

4) Preguntar al verbo "¿qué?" o "¿a quién? NO. En el caso del Complemento Directo, me niego a hacer preguntas. NO LAS HAGÁIS. Corréis el riesgo de dejaros engañar.

No todo el monte es orégano... Ni toda Hipnia, sintaxis

Pues no, este blog no es solo sintaxis. También es algo clásico. Por eso, aquí subo un vídeo resumen muy resumido sobre la mitología y la religión clásicas.

"¡Disfrutadlo!"

Un poco de sintaxis básica: El sujeto

Pues parece que empezamos por el principio: sujeto-verbo-predicado, pues empezamos por contar unas breves nociones sobre el sujeto.

¿Cómo reconocer un sujeto en tres sencillos pasos?

1) NUNCA lleva preposición: solo en frases del tipo "¡Hasta Culele encuentra el sujeto ahí!" o "Entre un soldado y un fusil se comieron un pan". Pues eso, que aquí, Culele encuentra el sujeto y el soldado ayudó a que su fusil se comiera el pan. Por lo demás, NO SE ADMITEN MÁS PREPOSICIONES EN EL SUJETO

2) CONCORDANCIA. Este es un asunto muy simple: si cambias el sujeto de singular a plural, el verbo cambia automáticamente. Si no cambia, olvídate, no es el sujeto ni de lejos. (El niño se cayó / Los niños se cayeron)

3) Vale, sí, de acuerdo... Normalmente lo más fácil es preguntar al verbo ¿QUIÉN? Pero este paso no siempre funciona como debiera, así que para todo lo demás... Los pasos anteriores.

Hipnia despierta

Empezamos... Hipnia de la Barca despierta en este blog para intentar hacer "algo" ¿El qué? Pues no se sabe. Digamos que Hipnia tuvo un sueño en el que subía cosas de su mundo hispano-clásico... Quizá algo de sintaxis, la tontería clásica del día, nuevos elementos de tortura lingüística... Algo. Y es así como hoy, día 8 de abril, nace este blog. ¿Cuál será su andanza? ¿Por dónde nos llevará esta enmarañada tela de araña que acabo de agarrar por un hilo? Solo Hipnia lo sabe, y ha vuelto a caer dormida en uno de esos sueños sin fin que a veces la poseen.